domingo, 1 de octubre de 2023

Los gobiernos de Aznar

 



Último equipo de gobierno de José María Aznar (5 de septiembre de 2003).

Ya vimos en el artículo anterior los resultados de las elecciones generales del 3 de marzo de 1996, que darían paso a la VI legislatura:


El Partido Popular obtuvo una mayoría simple, lo que le obligaba a buscar apoyos parlamentarios externos para poder gobernar.

“Tras prolongadas negociaciones con las principales formaciones nacionalistas de Cataluña (CiU), Aznar alcanzó el Pacto del Majestic con CiU mediante el cual recibirían su apoyo en el Congreso de los Diputados a cambio del apoyo del PPC en el Parlament. El pacto incluía asimismo el traspaso de competencias y el final del servicio militar obligatorio. El porcentaje del IVA y el IRPF transferido a las comunidades autónomas pasó del 15 al 30% del total recaudado[1]. Además, también lograría pactos similares con los nacionalistas del País Vasco (PNV) y Canarias (CC). Gracias a estos pactos logró el respaldo de las mismas en la sesión de investidura el 4 de mayo de 1996, por lo que al día siguiente juró el cargo como nuevo presidente del Gobierno de España.”[2]

 

Política económica

La llegada al gobierno del Partido Popular trajo consigo un inmediato cambio en las prioridades políticas, empezando por la economía:

“La primera tarea práctica que emprendió el Gobierno popular fue la liquidación total del Instituto Nacional de Industria […] En total, se privatizaron 43 empresas, con una pérdida de unos sesenta mil puestos de trabajo.”[3]

En la lista de empresas privatizadas estaban Telefónica, Endesa, Aceralia, Argentaria, Indra, Red Eléctrica Española, Iberia, Tabacalera, Repsol y Gas Natural, entre otras. En noviembre de 1997 se liberalizó el sector eléctrico. Se contuvo el gasto público, se congelaron los sueldos de los funcionarios, se liberalizó el mercado de las telecomunicaciones, incluyendo la telefonía móvil, también se liberalizó el uso de suelo buscando que la calificación de “no urbanizable” se determinase sólo en función de criterios medioambientales y paisajísticos. La ley de medidas liberalizadoras en materia de suelo y de Colegios Profesionales fue parcialmente derogada por la sentencia 61/1997 del Tribunal Constitucional, y posteriormente corregida en 1998 (Ley de Régimen del Suelo y Valoraciones) y 2000 (Ley de Medidas Urgentes de liberalización del sector inmobiliario y transportes).

“Esta ley da pie a las recalificaciones, pactos ilícitos entre constructores y políticos, comisiones fraudulentas, especulaciones con la vivienda y el suelo, desproporcionada subida de los precios de la vivienda, hipotecas basura que sustentaban el precario mercado inmobiliario que se había creado artificialmente. El aparente auge de la economía y el descenso del paro eran datos engañosos. La mano de obra en la construcción no era segura a medio plazo. […] Esta Ley de Liberación del Suelo fue punto de partida de la llamada “burbuja inmobiliaria” – referencia a la existencia de una burbuja especulativa en el mercado de bienes inmuebles. La burbuja tuvo su comienzo en 1997 y duró hasta principios de 2008. Sus consecuencias han sido la profundización de la crisis inmobiliaria española, la nacionalización de numerosas cajas de ahorros quebradas, ayudas públicas para fusiones de otras muchas entidades bancarias y el aumento de desahucios en España en aplicación de la ley hipotecaria española.”[4]

Además de todo esto:

“Se redujo el gasto en protección social (educación, pensiones, sanidad pública, seguridad ciudadana...) un 9%, siendo en el último ejercicio de la [VI] legislatura del 20% del PIB frente al 27% de la media europea.”[5]

“El desempleo se redujo 7 puntos porcentuales en 4 años. Mientras que los beneficios empresariales crecían por encima del 30% los salarios aumentaron por debajo del 3%. El aumento de los salarios era menor al de los precios, haciendo que durante el mandato de Aznar el poder adquisitivo de los trabajadores se redujese un 4%, siendo España el único país de toda la Unión Europea donde se produjo un retroceso. Los contratos temporales aumentaron hasta llegar a representar 1 de cada 3 puestos de trabajo, siendo esta cifra un 250% superior a la media europea. […] La UE recomienda en La Carta Social Europea que el salario mínimo interprofesional (SMI) sea igual o mayor al 60% del salario medio del país, en España alcanzaba el 34% en el año 2000, situándose en 424€ mensuales[6] (742€ serían necesarios para cumplir con la recomendación de la UE).”[7]

 

Un giro hacia la derecha

La llegada a la Presidencia del Gobierno de José María Aznar representó un giro estratégico fundamental hacia la derecha que tuvo clara repercusiones en la evolución del sistema político español a pesar de que durante los cuatro primeros años gobernó en minoría, lo que le obligó a apoyarse en las fuerzas nacionalistas para sacar adelante sus propuestas. Esto se tradujo, en política internacional, en un alineamiento cada vez más claro con Estados Unidos y con el Reino Unido, frente al eje París-Berlín (el núcleo duro de la Unión Europea) que, sin embargo, no le impidieron cumplir los criterios de convergencia establecidos en el Tratado de Maastricht, lo que permitió a España convertirse en uno de los 11 socios fundadores del Euro el 2 de mayo de 1998, lo que se materializó el 1 de enero de 2002, que fue la fecha elegida para la puesta en circulación de la Moneda Única Europea.

La “sensibilidad” nacionalista de Aznar duró lo mismo que su minoría parlamentaria. Las elecciones generales celebradas en 2000 le dieron la mayoría absoluta que necesitaba y a partir de ese momento se dedicó a combatir sistemáticamente a sus aliados de la víspera.

Desde ese momento se abrió paso su estrategia de confrontación con las fuerzas nacionalistas.

 

El terrorismo

“El 17 de enero de 1996 José Antonio Ortega Lara fue secuestrado en el garaje de su casa en Burgos cuando volvía de su trabajo en el Centro Penitenciario de Logroño. Días más tarde, ETA se hizo responsable del secuestro, el segundo que mantenía en esos momentos (José María Aldaya estaba secuestrado desde el 8 de mayo de 1995)[8], y exigió para su liberación el traslado de los presos de la organización a cárceles vascas. Cuando Ortega Lara le preguntó a sus secuestradores por qué lo secuestraron, ellos le dijeron: «Estás arrestado por ser un miembro del aparato represor»[9][10].

El secuestro de Ortega Lara ha sido el más largo en el tiempo de todos los que llevó a cabo ETA a lo largo de su historia (532 días), y tuvo lugar en la precampaña de las elecciones de 1996, que terminarían llevando al gobierno a José María Aznar. Éste se negó a hacer la más mínima concesión a los terroristas, tuviera esa actitud las consecuencias que tuviera. La Guardia Civil, finalmente, localizó el zulo donde estaba retenido y lo liberó, el 1 de julio de 1997, deteniendo a cuatro de sus secuestradores.

ETA reaccionó de inmediato, procediendo al secuestro del concejal de la localidad vizcaína de Ermua, Miguel Ángel Blanco, el 10 de julio (9 días después de la liberación de Ortega Lara). Miguel Ángel era militante de las juventudes del Partido Popular (Nuevas Generaciones), miembro del Comité Ejecutivo Provincial de Vizcaya de las mismas y también del Grupo Municipal Popular de Ermua. Tenía 29 años.

“… los etarras pidieron el acercamiento de los presos de ETA a cárceles del País Vasco, en un comunicado que fue difundido por la emisora de radio Egin Irratia, diciendo que si antes de las 16 horas del sábado 12, el Gobierno, presidido por José María Aznar, no llevaba a cabo el acercamiento de los presos, ejecutarían a Blanco.[11]

El concejal fue retenido en algún lugar aún desconocido. Allí fue maniatado y permaneció hasta el día del ultimátum. El 12 de julio, los tres terroristas lo introdujeron en el maletero de un vehículo y lo llevaron a un descampado de la localidad de Lasarte-Oria, en Guipúzcoa. Gaztelu, viendo que sus exigencias no se habían cumplido, le disparó dos veces en la cabeza a las 16:50, mientras Mujika le forzaba a ponerse de rodillas con las manos atadas a la espalda. Blanco no murió en el acto. Dos hombres que caminaban por el campo en Azokaba lo descubrieron poco después aún con vida. Fue trasladado a la Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu, pero no se pudo hacer nada por él. Miguel Ángel Blanco falleció a las 5:00 horas del 13 de julio de 1997.”[12]

El impacto que estos acontecimientos tuvieron en la opinión pública española fue formidable. Durante las 48 horas en las que Miguel Ángel Blanco permaneció secuestrado tuvieron lugar las mayores manifestaciones que jamás habían tenido lugar en nuestro país hasta entonces para presionar por su liberación. No obstante, la verdadera trascendencia histórica de estos acontecimientos la marcó el inicio de una importante movilización por la paz en el propio País Vasco que significará un verdadero punto de inflexión en la evolución de la violencia en esta comunidad.

“El asesinato de Miguel Ángel Blanco supuso una importante movilización en contra de ETA. Tras su muerte se acuñó el término espíritu de Ermua y se creó el 18 de diciembre de 1997 la Fundación Miguel Ángel Blanco. La entidad promotora de esta fundación fue RTVE, que donó para su creación los ingresos obtenidos durante el acto homenaje en recuerdo de Miguel Ángel Blanco.

Su secuestro y asesinato provocaron un sentimiento social de rechazo hacia ETA en grandes sectores de la ciudadanía. Aunque asociaciones como Gesto por la Paz de Euskal Herria ya habían iniciado en 1986 sus movilizaciones cívicas contra la violencia, a partir de entonces las organizaciones y las expresiones en contra de la violencia de ETA aumentaron.

El Foro Ermua surge tras la reunión de varios profesores después del secuestro y posterior asesinato del concejal. Su eje de acción fue un manifiesto de repulsa donde se proclama su oposición a cualquier negociación con ETA que no sea su disolución como organización armada y la unidad antiterrorista de los dos grandes partidos políticos, PP y PSOE.

La noche del 12 de julio ardió la herriko taberna de Ermua[13] y las llamas tuvieron que ser sofocadas por Protección Civil. Al día siguiente, también en Ermua, la Ertzaintza evitó que tres jóvenes, a los que se relacionó con Jarrai, fueran linchados por una masa que se manifestaba en contra de ETA.

En ese sentido, muchos de los gritos de las manifestaciones de protesta que tuvieron lugar el 12, 13 y 14 de julio en el País Vasco pedían venganza contra ETA y acusaban a Herri Batasuna de ser un colaborador de los actos de la banda terrorista.[14] […] El 14 de julio, en Vitoria, la intervención de los cargos de Eusko Alkartasuna Rafael Larreina y Patxi Ormazábal impidió que una multitud linchara a un grupo que había gritado "vivas a ETA" y por el acercamiento de los presos durante una manifestación de recuerdo.[15] Ese mismo día, en San Sebastián, la sede de HB fue objeto de lanzamientos de piedras y huevos. En Pamplona, en plenos San Fermines, 18 jóvenes próximos a la izquierda abertzale fueron hospitalizados tras los disturbios del 14 de julio, cuando varias personas intentaron asaltar la sede de HB en la ciudad.[16]

El propio lendakari, José Antonio Ardanza, acusó a HB de ser "cómplices" con su silencio[17].

Herri Batasuna denunció, por su parte, en un comunicado del domingo 14 de julio: "Las fuerzas políticas del Pacto de Ajuria Enea no nos ofrecen ninguna salida y, atrincheradas junto con el PP en su clara apuesta a favor del enfrentamiento, hacen un llamamiento al linchamiento social y a la puesta en práctica de un auténtico estado de excepción"[18].”[19]

 

El Pacto de Estella

“El Pacto de Estella (Lizarrako Akordioa en euskera) […] fue un acuerdo político suscrito el 12 de septiembre de 1998 en la localidad navarra de Estella (Lizarra en euskera), en la Casa de Fray Diego de Estella, durante la tercera reunión del Foro de Irlanda. Este pacto fue firmado por todos los partidos políticos nacionalistas vascos, así como por Ezker Batua, Zutik, Batzarre, EKA y distintos sindicatos y asociaciones, para buscar un «proceso de diálogo y negociación» que lograra el cese del terrorismo de ETA.

La firma de este pacto fomentó la tregua de ETA de 1998, que inició el 16 de septiembre con el anuncio de un «alto el fuego total e indefinido»[20]. Durante la tregua el Gobierno de José María Aznar tuvo reuniones con la banda terrorista y modificó su política de dispersión, acercando a cárceles del País Vasco a 135 presos de ETA.[21] Sin embargo, las conversaciones no prosperaron y ETA anunció el fin de la tregua el 28 de noviembre de 1999 mediante un comunicado que responsabilizaba a PNV y EA de esta decisión, acusándolos de haber mostrado más interés por la paz que por la soberanía y de no haber roto con las «fuerzas enemigas de Euskal Herria».[22] El 21 de enero de 2000 ETA volvió a atentar, asesinando al teniente coronel Pedro Antonio Blanco. A pesar de que las principales fuerzas del pacto condenaron el atentado[23], no hubo condena por parte de Herri Batasuna, lo cual produjo la extinción de la colaboración propiciada por el Pacto de Estella y una crítica de ETA a los firmantes.[24][25]

 

Pacto Antiterrorista, ilegalización de Batasuna y Plan Ibarretxe

Como respuesta a la ruptura de la tregua por parte de ETA, el PP y el PSOE decidieron firmar un Pacto Antiterrorista el 12 de diciembre de 2000. Una de las consecuencias inmediatas del mismo fue la aprobación de una nueva Ley de Partidos Políticos, aprobada con los votos favorables de PP, PSOE, Convergencia i Unió, Coalición Canaria y el Partido Andalucista, que permitió ilegalizar a cualquier partido político que no condenara el uso de la violencia.

“Tras el atentado de ETA en Santa Pola (Alicante) en agosto de 2002, que Batasuna no condenó, se inició el proceso de ilegalización de este partido. A principios de 2003 el Tribunal Supremo declaró ilegal a Batasuna al considerarla el «brazo político» de ETA.”

El Pacto Antiterrorista y la Ley de Partidos Políticos terminarían desencadenando un abierto escenario de confrontación política con todas las fuerzas nacionalistas del País Vasco que caracterizaría la segunda legislatura de José María Aznar (2000-2004) y que fue creciendo de manera paulatina lo largo de la misma, encontrando su expresión política en la propuesta conocida como Plan Ibarretxe (Propuesta de estatuto político de la Comunidad de Euskadi, también llamada Propuesta del Parlamento Vasco para la convivencia en Euskadi):

“El Nuevo Estatuto Político de Euskadi fue anunciado por el lehendakari Ibarretxe en el pleno de política general del Parlamento Vasco en septiembre de 2001 y presentado el 25 de octubre de 2003. El pleno del Parlamento Vasco lo aprobó el jueves 30 de diciembre de 2004 y decidió su envío al Congreso de los Diputados por mayoría absoluta, con 39 votos a favor y 35 en contra, siguiendo los cauces marcados por el artículo 46 del citado texto. En enero de 2005 el presidente del Parlamento Vasco entregó la propuesta de Estatuto al presidente del Congreso para su debate y votación, siendo rechazado el 1 de febrero por 313 votos en contra (PSOE, PP, IU, CC y CHA), 29 a favor (PNV, ERC, CiU, EA, NaBai y BNG) y 2 abstenciones (ICV).[26]

Tal como se explicaba en el preámbulo, la propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía consistía en la materialización de un derecho: «el ejercicio del derecho del pueblo vasco a decidir su propio futuro». El objetivo era que el País Vasco dejara de ser una comunidad autónoma para convertirse en un estado libre asociado, con lo que España se convertiría en un Estado confederal[27].

El Plan proponía un nuevo estatuto de autonomía, basándose en tres pilares:

·         El pueblo vasco es un pueblo de Europa con identidad propia.

·         El derecho del pueblo vasco a decidir su futuro; es decir, el derecho de autodeterminación.

·         Las decisiones de los ciudadanos de cada región de Euskal Herria (Comunidad Autónoma Vasca, Comunidad Foral de Navarra y País Vasco francés) deben respetarse por las demás y por el resto de pueblos de Europa.”[28]

 

Política exterior

La debilidad parlamentaria del PP durante la primera legislatura de Aznar hizo que la política exterior española de finales de los años noventa siguiera las líneas maestras que los gobiernos de Felipe González habían trazado:

“Al principio de su mandato, José María Aznar desarrolló una política internacional continuista con respecto a la puesta en práctica por el PSOE durante sus años de gobierno. El consenso entre ambos partidos facilitó que España pudiera incorporarse a la estructura integrada de mandos de la OTAN, regida por Solana. En ese marco, España volvió a participar en los bombardeos que tuvieron lugar sobre Yugoslavia entre marzo y junio de 1999.”[29]

Pero tras la obtención de la mayoría absoluta en las elecciones de 2000 su actitud cambió de forma significativa:

“El PP apostó por un mayor alineamiento con los Estados Unidos. En 2003 se abrió el debate sobre el proyecto de Constitución Europea y el gobierno español se opuso, al no aceptar el reparto de votos que se proponía para la adopción de decisiones en los Consejos Europeos.

Desmarcándose de la política exterior europeísta que España había priorizado hasta entonces, Aznar apostó por una línea de corte atlantista que representó un claro acercamiento al presidente estadounidense George W. Bush, especialmente a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.

«Aznar […] vio en la guerra de Iraq la posibilidad de colocar a España en un plano privilegiado de las relaciones internacionales, forjando una estrecha alianza con Estados Unidos. España seguiría siendo una potencia de tipo medio, pero se convertiría en la primera de las potencias medias e incluso podía ver colmada la aspiración de ingresar en el G-8. El precio a pagar, lógicamente, era el incondicional apoyo a la estrategia de Bush en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, puesto que España no estaba en condiciones de ir a Iraq en primera línea de combate al igual que los británicos, aunque esta hipótesis llegó a ser sopesada por alguno de sus colaboradores.» [Enric Juliana, o. c.]

La decisión de Aznar de alinearse con la postura estadounidense en favor de una intervención armada en Irak, pese a tener al resto de las formaciones políticas españolas y a buena parte de la ciudadanía en contra, fue uno de los asuntos más controvertidos de los últimos meses de su gestión.”[30]

 

La Guerra de Irak

Tras la llegada de George W. Bush al poder en Estados Unidos a principios de 2001 los norteamericanos empezaron a trabajar para volver a invadir Irak (la primera invasión se produjo en 1991). Y desde el principio contaron con el apoyo entusiasta de José María Aznar. La retórica belicista norteamericana fue encontrando una respuesta cada vez mayor entre la opinión pública mundial, que alcanzó su cénit a principios de 2003:

“De acuerdo con el académico francés Dominique Reynié, en apenas tres meses, entre el 3 de enero y el 12 de abril de 2003, 36 millones de personas de todo el mundo participaron en cerca de 3.000 protestas contra la guerra de Irak.[31] Después de las manifestaciones del 15 de febrero de 2003, las más numerosas, el escritor del New York Times, Patrick Tyler, dijo que «se había demostrado que existían dos superpotencias en el planeta: Estados Unidos y la opinión pública mundial»[32].”[33]

El momento culminante de esa campaña fue el día 15 de febrero. En Roma se manifestaron dos millones de personas.

“Es España el país donde estas manifestaciones lograron mayor trascendencia. Se daba la circunstancia que España formaba parte por turno del Consejo de Seguridad de la ONU y que el gobierno de Estados Unidos le concedió especial protagonismo. Por una parte, se refirió a España como puntal de la nueva Europa y, por otra, le encomendó sumar el apoyo de los países de América Latina. El gobierno español del Partido Popular apoyó la invasión de Irak en 2003 a pesar de tener a todos los demás partidos políticos y hasta a un 90% de los ciudadanos en su contra.[34] […] Se estima que en España se manifestaron entre ocho y once[35] millones de personas. Solo entre Madrid y Barcelona se cifró entre un millón y tres millones de manifestantes.[36][37]

En el debate que se abrió en el Consejo de Seguridad de la ONU, la intervención de la ministra española de asuntos exteriores, Ana Palacio, fue la más beligerante de todas.

Foto de la Cumbre de las Azores

“… el 16 de marzo de 2003 se reunieron en las islas Azores José María Aznar, el presidente norteamericano George W. Bush y el primer ministro británico, Tony Blair, y allí los tres dirigentes dieron un ultimátum a Sadam Hussein para que entregara las armas de destrucción masiva que supuestamente poseía y a continuación hicieron un llamamiento a todos los países del mundo para que se sumaran a la nueva «Alianza Trasatlántica» contra el terrorismo. Cuatro días después se inició la invasión de Irak y Aznar envió una «unidad conjunta de apoyo humanitario», que llegó a Irak un día después de la caída de Bagdad, el 9 de abril. Mientras tanto se siguieron produciendo manifestaciones en contra de la guerra —algunas encabezadas por el líder socialista Rodríguez Zapatero— aunque este descontento no se tradujo en votos en las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2003 ya que éstas no supusieron ningún descalabro para el Partido Popular —aunque el PSOE superó en número de votos totales al PP por primera vez desde 1993—. Después de las elecciones, Aznar envió un contingente militar a Irak (integrado por 1.300 soldados) para colaborar en la «reconstrucción» y en la «seguridad» de ese país ocupado.”[38]

La invasión de Irak se inició el 20 de marzo de 2003, cuatro días después de la famosa Cumbre de las Azores, que pasó a la historia como la escenificación pública del anuncio de la misma. Las tropas españolas, como hemos visto, llegaron a Bagdad el 9 de abril, formando parte de la “Unidad Conjunta de Apoyo Humanitario”, es decir, de las fuerzas de ocupación. El 11 de julio de 2003 se fundó la Brigada Internacional Plus Ultra, liderada por España, a la que se unieron contingentes de varios países hispanoamericanos (El Salvador, Honduras, República Dominicana y Nicaragua). En total la componían 1.300 soldados españoles y 1.200 hispanoamericanos. Esta brigada establecería bases militares en las ciudades de Diwaniya y de Nayaf. En ambos lugares se produjeron diversos enfrentamientos con la insurgencia iraquí, el más importante de los cuales se conoce como la Batalla de Nayaf, que tuvo lugar el 4 de abril de 2004 en la Base Al Ándalus de esta ciudad. Once soldados españoles murieron en combate en Irak y dieciocho resultaron heridos.

 

El incidente de Perejil

El incidente de la Isla de Perejil fue una crisis diplomática que tuvo lugar entre España y Marruecos y que se desarrolló como consecuencia de la ocupación del islote, el día 10 de julio de 2002, por un grupo de marinos marroquíes, al mando de un suboficial, pertenecientes a la dotación de un patrullero, donde colocaron dos banderas de Marruecos.

Situación del islote de Perejil

16 de julio: Marruecos sustituye la docena de marinos, que inicialmente irrumpieron en la isla, por un destacamento de Infantería de Marina de la Base de Alhucemas. Por su parte, España refuerza sus tropas en las ciudades de Ceuta y Melilla por unidades de la Guardia Civil, y la Armada moviliza entre otras la fragata F-101 Álvaro de Bazán y anuncia la retirada indefinida de su embajador en Rabat. España exige que las tropas marroquíes abandonen la isla antes de las 02:00 de la madrugada (hora de Marruecos) del día siguiente.

17 de julio: a las 6:17 (4:17 de la madrugada en Marruecos), dos horas después de expirar el ultimátum dado por España a Marruecos para que procediera al repliegue militar, comienza la operación denominada Romeo-Sierra para desalojar a los invasores […] La acción se salda con la recuperación del islote por parte del Ejército de Tierra y la entrega a la Guardia Civil de las tropas marroquíes, que fueron devueltas esa misma tarde a Marruecos a través del paso del Tarajal.

[…]

20 de julio: EEUU intensifica su mediación en el conflicto y a última hora de la tarde del sábado anuncia un entendimiento, que confirman poco después los gobiernos de España y Marruecos. Las tropas españolas recogen la bandera y abandonan la isla.

21 de julio: la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, viaja a Rabat para reunirse con su homólogo marroquí, Mohamed Benaissa, y firmar el acuerdo.”[39]

 

Desastre del Prestige

“El miércoles 13 de noviembre de 2002, el petrolero monocasco Prestige se accidentó en una tormenta mientras transitaba cargado con 77.000 toneladas de fuel pesado frente a la Costa de la Muerte, en el noroeste de España. Tras varios días de maniobra para su alejamiento de la costa gallega, se acabó hundiendo a unos 250 km de la misma. El vertido de la carga causó una de las catástrofes medioambientales más grandes de la historia de la navegación, tanto por la cantidad de contaminantes liberados como por la extensión del área afectada, una zona comprendida desde el norte de Portugal hasta las Landas de Francia. El episodio tuvo una especial incidencia en Galicia, donde causó además una crisis política y una importante controversia en la opinión pública. El derrame de petróleo del Prestige se consideró en su momento el tercer accidente más costoso de la historia”[40]

A las ocho de la mañana del 19 de noviembre el petrolero se partió por la mitad y las dos partes se hundieron completamente al cabo de unas horas. Al día siguiente la marea negra alcanzaba ya 300 kilómetros de costa y no paró de crecer hasta alcanzar todas las del noroeste español, desde la frontera portuguesa a la francesa, del norte de Portugal y del suroeste francés.

Voluntarios limpiando las costas de Galicia después de la catástrofe del Prestige, marzo de 2003. (Fuente: El Faro de Vigo)

Miles de voluntarios, procedentes de todo el mundo, acudieron para ayudar a limpiar las costas:

“Una de las imágenes más representativas de la catástrofe del Prestige es la labor de los voluntarios en la limpieza de las playas y en la recuperación de aves petroleadas a lo largo de toda la costa afectada. Las autoridades contabilizaron unas 115.000 personas, así como 327.476 participaciones en tareas de limpieza por persona y día, entre noviembre de 2002 y julio de 2003. Estas acudieron de forma espontánea u organizada desde toda Galicia —55.000— y del resto de España; unos 1.000 voluntarios eran extranjeros. Otras fuentes elevan la cifra de voluntarios a 200.000 o incluso 300.000.

A esta cifra habría que sumar los marineros y mariscadores que recogieron gran parte del fuel vertido en el mar; los militares que se desplegaron en la zona, unos 32.600[41], y que además de participar en las tareas de limpieza ayudaron a los voluntarios al repartir unas 25.000 raciones de comida y 8.300 mantas; y los contratados por TRAGSA para continuar con los trabajos.

Esta masiva presencia de gente en toda la costa de Galicia se vino a denominar "marea branca", en referencia a los equipos de protección que se les proporcionaron. Nunca en la historia de Galicia ni de España se había visto semejante movilización solidaria.”[42]

El Desastre del Prestige tuvo un tremendo impacto sobre el medio ambiente, como nos podemos imaginar, e impidió durante más de un año las actividades de pesca y marisqueo en las zonas afectadas.

Las reacciones de indignación ciudadana se multiplicaron, hubo manifestaciones en toda España, especialmente en Galicia:

“… la población gallega estaba especialmente sensibilizada por los precedentes de tantas mareas negras a lo largo de los años, por lo que la población salió masivamente a las calles y protagonizó manifestaciones históricas, como las celebradas en Santiago de Compostela el 1 de diciembre de 2002 o en Vigo el 6 de enero siguiente, así como en Madrid el 23 de febrero, a la que asistieron diversas personalidades como el actor Luis Tosar, que leyó un manifiesto con motivo de la convocatoria. El 22 de enero, 42.000 estudiantes y 3.000 profesores de toda Galicia, bajo la convocatoria realizada por la Coordinadora de Ensinantes Areanegra, formaron una cadena humana de 40 km de longitud entre Malpica y Lage. En otras localidades se organizaron actos similares: entre el Domus y Riazor, en La Coruña; en el puente del Milenio, en Orense; en la muralla de Lugo; rodeando la Catedral de Santiago de Compostela, en las playas de Corujo y Canido, en Vigo etc; hasta completar un total de 70.000 niños, según fuentes de Areanegra.[43] La Consejería de Educación declaró que ese día faltaron a clase 55.072 alumnos de secundaria.

Pero en los primeros meses hubo muchas más en diferentes puntos de Galicia, acompañadas de numerosas pintadas, pancartas exigiendo dimisiones, crespones negros en las ventanas, pegatinas en los coches y sobre la ropa, coplas y disfraces en el Entroido de 2003, etc. Por otro lado, diferentes colectivos culturales, como la plataforma de intelectuales y artistas Burla negra o los artistas gráficos de Colectivo Chapapote, entre otros, organizaron numerosos eventos como conciertos solidarios, exposiciones o lecturas públicas.”[44]

En ese contexto de movilización social surgirá el movimiento “Nunca Mais”, que llevará el peso de buena parte de las convocatorias ciudadanas contra las consecuencias de la marea negra.

“Con el paso del tiempo, Nunca máis se ha reconvertido en un movimiento contra toda clase de desastres ecológicos en Galicia. El 11 de agosto de 2006 se produjo su reactivación para protestar contra la oleada de incendios forestales que estaban sacudiendo Galicia, la gran mayoría provocados. El 20 de agosto del mismo año convocaron una manifestación en Santiago de Compostela contra el «terrorismo incendiario» en la que reclamaron más medios preventivos[45].”[46]

 

Accidente del Yak-42

El 26 de mayo de 2003 se estrelló en el monte Pilav, cerca del aeropuerto de Trebisonda, en Turquía, un avión de la compañía Ukrainian-Mediterranean Airlines que transportaba 62 militares españoles, 53 de ellos procedentes de Afganistán y 9 de Irak, además de 12 ucranianos (tripulantes) y un bielorruso (representante de la aerolínea), elevando así la cifra de víctimas a 75 personas. “Este accidente aéreo fue la peor tragedia del Ejército español en toda su historia en tiempo de paz.”[47]

La aeronave siniestrada era un Yakovlev Yak-42D, que había sido contratada por el Ministerio de Defensa para proceder a un relevo rutinario de los militares españoles que estaban desempeñando misiones en estos países dentro de la coalición internacional. A pesar de las reiteradas quejas que los militares que habían sido transportados en otros vuelos similares llevados a cabo por esta compañía pusieron ante sus superiores por el deficiente mantenimiento de sus aviones, éstas no serían atendidas, ya que Ukrainian-Mediterranean Airlines era, con diferencia, la más barata del mercado.

“Meses antes del siniestro llegaron a España noticias sobre el pésimo estado de los aviones ex soviéticos alquilados para el transporte de tropas. Por vía legislativa, una diputada del PSOE preguntó dos meses antes de la catástrofe sobre los vuelos en «aviones cuyas condiciones no parece que sean las más óptimas»[48]. Los propios fallecidos expresaron a sus familias y amigos, su preocupación y temor a viajar en ellos, José Antonio Fernández le dijo el mismo día del embarque a su mujer "reza por mí que este avión es una mierda"[49], José Manuel Ripollés relató en un correo electrónico a un amigo, cuatro días antes del accidente: «son aviones alquilados a un grupo de piratas aéreos, que trabajan en condiciones límite, [...] la verdad es que sólo con ver las ruedas y la ropa tirada por la cabina te empieza a dar taquicardia»[50], Vicente Agulló dijo a su padre «quieren que volemos en una tartana»[51].”[52]

Las autoridades militares españolas que se desplazaron con posterioridad a Turquía para identificar y repatriar los cadáveres cometieron multitud de errores. Se ha probado que 21 de ellos estaban mal identificados y que, como consecuencia, 9 fueron incinerados por familias erróneas.

Todo este cúmulo de despropósitos se tradujeron en la apertura de 2 procesos judiciales en Turquía y 5 en España, que se saldaron con varias condenas para los militares que identificaron los cadáveres por falsedad documental y a la compañía propietaria del avión, que tuvo que pagar las correspondientes indemnizaciones.

“La Comisión de Defensa del Congreso aprobó el 29 de junio de 2005,[53] por 22 votos (PSOE, ERC, IU, PNV y Grupo Mixto) contra 15 (PP) la reprobación del exministro de Defensa Federico Trillo por el caso Yak-42[54]. Declaraba dicha resolución que «la responsabilidad de los poderes públicos por las graves negligencias detectadas en el seguimiento y control de la contratación del vuelo del avión siniestrado, así como los importantes errores del proceso de identificación de cadáveres, durante el cual se constató además un constante y claro menosprecio a las familias, no corresponde exclusivamente a las instancias militares, sino que afecta directamente a las autoridades políticas, en concreto al ministro de Defensa Federico Trillo, que ejercía las máximas funciones de dirección de la Administración Militar y de la defensa en el tiempo que tuvieron lugar los hechos».”[55]

 

Atentados del 11 de marzo de 2004 (11M)

Entre las 7:36 y 7:40 horas del jueves 11 de marzo de 2004 se produjeron diez explosiones, casi simultáneas, en cuatro trenes de cercanías de Madrid, provocadas por mochilas cargadas con Goma-2 ECO, usada habitualmente en las canteras. Todas ellas tuvieron lugar en la línea férrea que une la estación de Alcalá de Henares con la de Atocha. Como consecuencia de esto murieron 193 personas y resultaron heridas alrededor de dos mil.

“Es el mayor atentado de la historia de España y el segundo mayor atentado cometido en Europa por detrás del atentado de Lockerbie de 1988.”[56]

Las explosiones tuvieron lugar en los siguientes lugares:

“El tren n.º 21431 estaba estacionado en la vía 2 de la estación de Atocha cuando se produjeron tres explosiones. Antes de las 07:37:47 se produjo la primera explosión en el coche 6, a las 07:38:36 se produjo la segunda en el coche 5 y a las 07:38:40 se produjo la tercera en el coche 4. Además existía un cuarto artefacto localizado en el coche 1 que no estalló inicialmente. Los equipos TEDAX del Cuerpo Nacional de Policía lo explosionaron a las 09:59:18. Antes, observaron que la sustancia explosiva era de color blanco.[57]

El tren n.º 21435 estaba iniciando la marcha en la estación de El Pozo cuando sobre las 07:38 se produjeron dos explosiones en los coches 4 y 5. Un tercer artefacto estaba en el andén de la estación a la altura del coche 3 y fue explosionado por los TEDAX. También observaron que la sustancia explosiva era de color blanco. Un cuarto artefacto realizó de forma inadvertida un periplo entre el IFEMA y varias comisarías de policía hasta ser finalmente examinado. Contenía 500 gramos de explosivo plástico Goma-2 ECO, metralla, un detonador y un teléfono móvil que hacía de temporizador, manipulado para que la alarma activase el detonador. Los indicios hallados en esa mochila permitieron establecer las primeras hipótesis firmes, y desencadenaron la persecución policial sobre los supuestos autores.

El tren n.º 21713 estaba estacionado y acababa de cerrar puertas en la estación de Santa Eugenia cuando hacia las 07:38 tuvo lugar una explosión en el coche 4.

El tren n.º 17305 estaba a unos 800 metros de la estación de Atocha, en la línea férrea paralela a la calle de Téllez, cuando sobre las 07:39 se produjeron cuatro explosiones en los coches 1, 4, 5 y 6. Poco después de las explosiones, los servicios de emergencias prepararon un hospital de campaña en las instalaciones del polideportivo Daoíz y Velarde, a unos cincuenta metros del lugar de la explosión.[58][59]

Como vemos, hubo otros tres artefactos explosivos que no llegaron a estallar y que dieron pistas a los investigadores que terminaron conduciéndolos hasta los autores materiales de los mismos:

“El 3 de abril la policía localizó y rodeó a varios miembros del comando terrorista en Leganés, una ciudad al sur de Madrid. Los terroristas se atrincheraron en una vivienda de la calle Carmen Martín Gaite y se produjo un tiroteo intermitente entre las seis y las ocho de la noche. Al verse acorralados, a las 21:03 los terroristas se suicidaron haciendo estallar el piso cuando el GEO iniciaba el asalto. La explosión derribó parte de la fachada del edificio. En esta acción murió un agente del grupo policial, además de los ocho miembros de la célula islamista allí presentes.[60][61]

La primera hipótesis de la que todo mundo partió fue la de la autoría por parte de ETA. Sin embargo, la línea de investigación llevó muy pronto a la policía a descartar esta vía y a centrarse en la de una organización de corte islamista.

“En un primer momento los partidos políticos y medios de comunicación españoles atribuyeron la autoría de los atentados a ETA. Arnaldo Otegi, líder de Batasuna, negó la participación de ETA en los atentados y atribuyó la matanza a la «resistencia árabe».[62] Hacia las 13:00, el ministro del Interior Ángel Acebes compareció ante la prensa y atribuyó a ETA la autoría de los atentados, añadiendo: «Me parece absolutamente intolerable cualquier tipo de intoxicación que vaya dirigida, por parte de miserables, a desviar el objetivo y los responsables de esta tragedia, de este drama».[63] El presidente del Gobierno, José María Aznar, dijo: «Todos sabemos que este asesinato masivo no es la primera vez que se intenta. [...] Lograremos acabar con la banda terrorista».[64] El líder de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero, condenó los atentados mencionando a ETA.[65]

La policía fue alertada de que una furgoneta había sido abandonada a las 7:00 por unos individuos que portaban mochilas y habían accedido a la estación de cercanías de Alcalá de Henares. En la furgoneta se encontró una cinta de audio con caracteres en árabe en su carátula y cánticos del Corán, siete detonadores y un extremo de un cartucho de dinamita plástica, de color blanco. Aproximadamente a las 15:30, según expone el Comisario Jefe de los TEDAX, en la Comisión de Investigación del Congreso de los Diputados[66] confirmaron que los detonadores de cobre y de producción española eran distintos a los utilizados habitualmente por ETA.

Hacia las 17:30 la ministra de Exteriores, Ana Palacio, envió una nota a los embajadores de España en la que les pedía que en sus declaraciones públicas confirmaran la autoría de ETA.[67] El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó por unanimidad y sin debate la Resolución 1530, propuesta por España y Francia. La resolución condenaba los atentados e incluía la responsabilidad de ETA a propuesta del Gobierno de España. Ana Palacio pidió encarecidamente a sus homólogos del Consejo que apoyaran la hipótesis barajada por Madrid.[68][69]

El resto de acontecimientos relacionados con la investigación del atentado tuvieron ya lugar después de las Elecciones Generales del 14 de marzo. El 3 de abril se produjo el tiroteo de Leganés del que ya hemos hablado. Diversos miembros de la célula yihadista que no murieron en Leganés fueron siendo paulatinamente detenidos después en diversos países (Estados Unidos, Italia, Bélgica, España…)

“Permanecen huidos Amer Azizi, Mohamed Belhadj, Said Berraj, Mohamed Afalah y Daoud Ouhnane. La investigación estima, no obstante, que alguno de los citados podría haber muerto en Iraq[70]. Además, cinco perfiles genéticos "especialmente relevantes" permanecen aún sin identificar[71].

[…]

El juicio se celebró entre el 15 de febrero y el 2 de julio de 2007, cuando quedó visto para sentencia.[72]

De los 29 acusados, tres personas fueron condenadas por tener responsabilidad en el atentado, diecinueve por otros delitos y siete fueron absueltas.

Según la Sentencia de la Audiencia Nacional los autores de los atentados fueron diez personas; Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet, Jamal Ahmidan, alias El Chino, Mohamed Oulad Akcha, Rachid Oulad Akcha, Abdennabi Kounjaa, Asrih Rifaat Anouar, Allekema Lamari, Jamal Zougham, Otman el Gnaoui y otra persona no identificada. Estas diez personas, que formaban parte de una célula terrorista de tipo yihadista, colocaron los trece explosivos en los cuatro trenes en la mañana del 11 de marzo de 2004.[73] De [ellas …] sólo fueron enjuiciados Jamal Zougham y Otman el Gnaoui, debido a que los demás habían muerto. El Gnaoi fue condenado a 42.219 años de prisión y Zougam fue condenado a 42.917 años de prisión, sumándose las penas correspondientes a cada uno de los delitos cometidos contra cada una de las víctimas del atentado.

Una tercera persona fue condenada como cooperador necesario del atentado, José Emilio Suárez Trashorras, [suministró el explosivo utilizado] recibiendo una pena de 34.715 años y 6 meses de prisión, atenuada por la anomalía psíquica padecida.”[74]

La coincidencia de los atentados del 11 de Marzo con el cierre de la campaña de las Elecciones Generales de 2004, que tuvieron lugar tres días más tarde, hizo que los mismos tuvieran inmediatas consecuencias políticas, influyendo notablemente en el resultado de las mismas.

La reacción ciudadana frente a los atentados fue impresionante. En cuanto se supo la noticia, multitud de voluntarios se presentaron para ayudar en los lugares donde se habían producido, en los hospitales que atendían a los heridos o facilitando el transporte de las víctimas. Se improvisaron centenares de ambulancias que eran vehículos de particulares o taxis. Muchos sanitarios que estaban de descanso o jubilados reforzaron espontáneamente a las plantillas que estaban atendiendo a los heridos. Se improvisaron hospitales de campaña. Miles de personas se presentaron para donar sangre…

“Se vio plasmada de una manera muy importante la solidaridad de la gente. Los vecinos venían con mantas, con sábanas y demás. Y también llegó algún personal sanitario que no era nuestro, pero que si era de la zona cercana.”

[…]

“Me vestí (estaba en pijama) y me bajé a la calle. Salté una valla y llegué al lugar, no sé decirte, minuto y medio después de la explosión o algo así y me puse a disposición de la gente que estaba allí al mando. Tuve la suerte de acabar atendiendo a una chica, María Jesús, la chica estaba francamente mal y me dijo: ‘Dime la verdad ¿Voy a morir?’ Yo le respondí: ‘Vamos a hacer todo lo posible para que no te mueras’. Y a partir de ese instante, mi única prioridad era conseguir que mi enferma fuera la primera en ser evacuada a los hospitales

[…]

 “Había gente que literalmente no podíamos cogerla y, bueno, pues a medida que nos iban llegando heridos los íbamos cogiendo, parábamos los taxis, los coches particulares, patrullas, autobuses de la EMT… los metíamos y los mandábamos a los hospitales.”

[…]

 “Las ambulancias no daban para más y lo que llevaban era heridos graves. El traslado de los heridos con cosas leves pues se hizo en taxis, para ir desalojando los alrededores de la estación. La gente empezó a movilizarse para intentar ayudar. Me dio una sensación de utilidad, de estar devolviendo a la ciudadanía lo que ella me da. Fue algo espontáneo. El que se acercaba allí se llevaba a alguien.”[75]

Foto de los atentados del 11M

Las muestras de solidaridad con las víctimas y con el país se multiplicaron por todo el mundo. Polonia y Portugal declararon el 12 de marzo día de luto nacional. El Parlamento Europeo declaró el 11 de marzo “Día de las víctimas del terrorismo”. La Guardia Real británica hizo sonar el himno de España el día 12 en solidaridad con el pueblo español…

“El 11 de marzo se sucedieron concentraciones silenciosas en rechazo por el atentado en las universidades y algunos colegios e institutos españoles. En toda España tuvieron lugar manifestaciones espontáneas en cuanto se dio a conocer la noticia del atentado, sin esperar a la manifestación convocada por el Gobierno para el día siguiente.[76] […] El 12 de marzo once millones de personas se manifestaron por las calles de España contra los atentados.[77] […] También estuvieron en la manifestación madrileña el presidente de la Comisión Europea Romano Prodi, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi, el primer ministro portugués José Manuel Durão Barroso y el primer ministro francés Jean-Pierre Raffarin, así como los ministros de Exteriores alemán, sueco y marroquí.[78] […] El 13 de marzo miles de personas se manifestaron exigiendo saber la verdad sobre la autoría de los atentados y acusando al Gobierno de mentiroso. Alrededor de 5.000 personas se concentraron ante la sede madrileña del PP. En Barcelona varias manifestaciones concluyeron ante la sede del PP.[79] Existieron manifestaciones similares en otras ciudades como Santiago de Compostela, Sevilla o Valencia. Esa noche se produjeron caceroladas en varias ciudades.[80][81]

 

Las elecciones generales del 14 de marzo de 2004

Como dijimos más arriba los atentados del 11 de marzo tuvieron inmediatas repercusiones políticas, ya que se produjeron sólo tres días antes de las elecciones generales, que estaban convocadas para el 14 de marzo. La reacción ciudadana que se produjo contra el partido del gobierno, ante la evidencia del sesgo informativo que estaba teniendo lugar, produjo un vuelco en las expectativas electorales de las principales fuerzas políticas. Los resultados fueron los siguientes:


“Los días 16 y 17 de abril de 2004 se celebró la sesión de investidura del candidato a presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En la votación de investidura Zapatero consiguió 183 votos a favor, 149 en contra y 19 abstenciones. Al obtener mayoría absoluta en la primera votación se declaró otorgada la confianza del Congreso de los Diputados al candidato. Seis fuerzas parlamentarias le dieron su apoyo, el mayor registro hasta la fecha.”[82]

A finales del mes de abril de 2004, como vemos, el PSOE volvía al poder. Ocho años después de haberlo perdido.



[1] «La legislatura de la pareja de hecho». El País. 25 de septiembre de 1999. Consultado el 23 de septiembre de 2012.

[3] Paul Preston: Un pueblo traicionado. Penguin Random House Grupo Editorial, SAU. Barcelona. 2019. p. 566.

[7] Ibíd.

[8] «Amnesty International calls on ETA to release Jose Antonio Ortega Lara». Archivado desde el original el 21 de febrero de 2014. Consultado el 26 de abril de 2008.

[9] «'Dentro discutía con Dios: 'Haz por lo menos que me maten». EL MUNDO. 18 de mayo de 2014. Consultado el 11 de julio de 2022.

[11] Así fue la cronología del sufrimiento de Miguel Ángel Blanco», lainformacion.com, 13 de julio de 2014.

[13] «Incendiada la 'herriko taberna' del pueblo de la víctima». El País. 12 de julio de 1997. ISSN 1134-6582. Consultado el 20 de julio de 2020.

[14] Ordaz, Pablo (14 de julio de 1997). «Ermua convirtió el adiós a Miguel Ángel en un grito vivo contra el terrorismo». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 20 de julio de 2020.

[15] «Dos parlamentarios de EA impiden en Vitoria que los manifestantes agredan a un grupo de HB» (14 de julio de 1997). El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 20 de julio de 2020.

[16] «‘A por ellos’, la respuesta de los vascos tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco». La Gaceta. 12 de julio de 2017. Consultado el 20 de julio de 2020.

[17] Martínez, Isabel C. (12 de julio de 1997). «Ardanza: "ETA se ha reído del dolor de una familia indefensa y de todo el pueblo"». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 20 de julio de 2020.

[18] Bidaurrazaga, Aitor Guenaga (14 de julio de 1997). «Altavoz de la muerte». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 20 de julio de 2020.

[20] «ETA anuncia la tregua porque es una "ocasión única para la independencia"», El País, 17 de septiembre de 1998.

[21] «El Gobierno de Aznar acercó a 135 presos de ETA antes del diálogo», El País, 4 de marzo de 2006.

[22] «ETA anuncia que sus 'comandos' volverán a coger las armas a partir del viernes». El País. 29 de noviembre de 1999. «ETA rompe la tregua y responsabiliza a PNV y EA de la decisión», El Mundo, 28 de noviembre de 1999.

[23]  «ETA da la razón a los inmovilistas», El Mundo, 22 de enero de 2000.

[24] «ETA reprocha a PNV y EA que hayan dejado pudrir el proceso de paz», Terra Actualidad, 8 de marzo de 2000.

[27] Amat, Jordi (2017). La conjura de los irresponsables [La confabulació dels irresponsables]. Barcelona: Anagrama. pp. 29-30. ISBN 978-84-339-1618-1.

[29] Alfonso Pinilla García: La Transición en España. España en Transición. Alianza Editorial. Madrid. 2021. p. 249.

[31] Callinicos, Alex (19 de marzo de 2005). «Anti-war protests do make a difference» (en inglés). Socialist Worker. Archivado desde el original el 24 de septiembre de 2015. Consultado el 18 de mayo de 2015.

[32] Tyler, Patrick E. (17 de febrero de 2003). «Threats and responses: News Analysis; A New Power In the Streets». New York Times. Consultado el 18 de mayo de 2015.

[34] Ossorio, Julián Santamaría (25 de marzo de 2003). «La opinión pública y la guerra». El País. Consultado el 18 de mayo de 2015.

[35] «Las manifestaciones más multitudinarias en España». El Mundo. 13 de marzo de 2004. Consultado el 18 de marzo de 2013.

[36] «Los organizadores cifran en más de tres millones los manifestantes en Madrid y Barcelona». El País. 15 de febrero de 2003. Consultado el 18 de abril de 2013.

[41] La Voz de Galicia, 13 de noviembre de 2003.

[43] La Voz de Galicia, 22 y 23 de enero de 2003.

[45] «Miles de personas marchan en Santiago de Compostela contra el "terrorismo incendiario"». El País. 20 de agosto de 2006. Consultado el 16 de abril de 2016.

[48] Diez, Luis (28 de mayo de 2003). «Los militares se quejaron hace dos meses de los aparatos ucranianos». La Voz de Asturias. Archivado desde el original el 8 de abril de 2009. Consultado el 30 de marzo de 2009.

[49] Lidon, Sotero y Benito (28 de mayo de 2003). «Los militares muertos alertaron a sus familias del mal estado de los aviones que les transportaban». El Mundo. Consultado el 30 de marzo de 2009.

[50] Díaz Sotero, Paloma (31 de mayo de 2003). «El comandante Ripollés denunció en un e-mail el mal estado de los Yakovlev 4 días antes de morir». Consultado el 30 de marzo de 2009.

[51] Faro de Vigo, 1 de junio de 2008.

[53] 29 de julio de 2005. El Mundo.

[54] «Las perlas de Trillo sobre el Yak-42». Público. 03/01/2017.

[57] Sánchez Manzano (2013). Las Bombas del 11 M. Relato de los hechos en primera persona. J. J. Sánchez. p. 30 y 361 (Doc nº 5). ISBN 9781493797318. «Se trataba de una mochila que contenía un teléfono con cables y una sustancia blanquecina con textura de plastilina que, aparentemente, podía ser explosivo ».

[58] M. Yagüe, Antonio (12 de marzo de 2004). «Hospitales atestados y a media asta». El Periódico Mediterráneo.

[60] Barroso, F. Javier; Rodríguez, Jorge A. (4 de abril de 2004). «Un policía y tres terroristas muertos al inmolarse un sospechoso del 11-M». El País. Consultado el 18 de agosto de 2017. Y Sentencia número 65/2007, pp. 172 y 173.

[62] Guenaga Bidaurrazaga, Aitor (12 de marzo de 2004). «Otegi asegura que ETA no está detrás de "esta masacre"». El País.

[63] Granda, Elsa (28 de julio de 2004). «La verdad de Acebes, paso a paso». El País (Madrid). Consultado el 22 de febrero de 2010.

[64] «Declaración íntegra de Aznar». El Mundo. 11 de marzo de 2004.

[65] «Texto íntegro de la declaración de José Luis Rodríguez Zapatero». El Mundo. 11 de marzo de 2004.

[66] «Comisión Parlamentaria del 11 M». «...Nada más verlo nos dimos cuenta de lo que era, porque coincide con la dinamita que utilizamos para las prácticas... »

[67] «Palacio instruye a todos los embajadores para que confirmen la responsabilidad de ETA». El País. 13 de marzo de 2004.

[68] Piquer, Isabel (16 de marzo de 2004). «España se disculpa ante la ONU por insistir en ETA». El País.

[70] «Uno de los autores de la masacre de Atocha murió como kamikaze en Irak». web.archive.org. 19 de enero de 2012. Archivado desde el original el 19 de enero de 2012. Consultado el 27 de abril de 2023. Rodríguez, Jorge A. (20 de octubre de 2007). «El último terrorista huido del 11-M murió en combate en Bagdad». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 27 de abril de 2023.

[71]  Rodríguez, Jorge A. (12 de febrero de 2006). «La policía halla en los escenarios del 11-M el ADN de cinco terroristas sin identificar». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 27 de abril de 2023.

[72] Albácar Rodríguez, J. L (julio-septiembre 2007). Revista de Asociación Abogados del Estado, ed. «"Un juicio ejemplar"». p. 7 y ss.

[73] Sentencia número 65/2007.

[76] «Los españoles salen a la calle sin esperar a la manifestación de mañana a las 19.00». El Mundo. 11 de marzo de 2004.

[77] «11 millones de españoles se echan a la calle». El País. 13 de marzo de 2004. Labari, N.; Bécares, R.; Figueras, A.; Antón, A. (13 de marzo de 2004). «Millones de personas se manifiestan contra el terrorismo». El Mundo.

[78] «L'Espagne se lève contre le terrorisme». Radio Canada (en francés). 13 de marzo de 2004. Archivado desde el original el 23 de septiembre de 2006.

[79]  «Miles de personas exigen en las calles españolas que se les diga la verdad antes de votar». El País. 14 de marzo de 2004.

[80] Valerio, María; Bécares, Roberto; Fernández, Helena (15 de marzo de 2004). «Miles de personas protestan en toda España contra el PP». El País. Marín, Bernardo (13 de marzo de 2004). «Miles de personas se concentran frente a las sedes del PP en toda España». El País.

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